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miércoles, 14 de octubre de 2009

Mi Conciencia

Soy conciente que perdí la cabeza, es decir la razón; soy conciente que esto no tiene-lógica,-es-decir-esta-es-mi-conciencia...

Esta es la ocasión perfecta para poder hablar sobre la conciencia, sobre esa palabrita que nadie o casi nadie sabe definir a la perfección, hoy quiero contarles como la perdí, cuándo la perdí, dónde la perdí y jugando a qué la perdí.
Hoy más que nunca soy conciente que no poseo conciencia alguna, soy realista y se que esa palabra ya no existe en mi vocablo, las cosas son así: este ahora soy yo. Quiero que me conozcan o aprendan a conocerme al menos un poquito ya que yo perdí la oportunidad y también las ganas de entenderme a mi mismo. ¿Qué haces cuando se te muere la conciencia?, ¿cómo sabes que se te ha muerto la conciencia?, ¿es acaso allí cuando te enteraste que alguna vez tuviste conciencia de-los-hechos?
Sí alguien es el menos indicado para hablar sobre la conciencia ese soy yo. Soy la peor persona para poder descifrar el fabuloso misterio de cómo hacer perdurar tu conciencia (o al menos después de un tiempo mantenerla). Siempre me he jactado de las peores experiencias habidas y por haber en este nada endioso mundo. Soy la yayita popular de lo negativo de la sociedad: lo que resta, las sobras, el plato de segunda mesa, ese que nadie quiere comer o porque están llenos o porque dicen están guardando la línea. La línea entre lo normal y lo que dicen no lo es, la que rompí al pretender dejarme llevar.
Dibujar hechos sangrientos en las cortinas de tu habitación. Llorar por los hechos más idiotas posibles. Salir de madrugada a escribir en la calle. Escuchar música cuando te cortas. Cortarte solo para intentar apaciguar el dolor sentimental. Masticar vidrio. Besar a cuanta chica se te cruce por el camino. Fumar marihuana. Comercializar hachís. Tener coca en los bolsillos. Meterte pasta en cada desayuno. Chuparte cerveza de coca cada cumpleaños. Irte al antro más oculto de VMT solo para ver gente pelear. Pincharte los ojos cuando quieres llorar. Tener dos intentos fallidos de suicidio. Ver a tu mejor amigo morir de sobredosis. Estar en medio de una balacera solo por dos desgraciados riñones (y después estómagos, y después tripas y después ojos y después sangre y después páncreas y después hígado y después corazones y después por ti y después y después y después no sabes donde cayó la bala), correr porque tienes otras sustancias que tu desconoces en las venas. Golpearte con un martillo la cabeza. Ocasionar la muerte de un primo. Hacer llorar a tu madre. Mandar a la mierda a tu padre. Traicionar a todo el mundo (incluso a ti mismo) Robar lo que sea necesario para subsistir en tu mundo. Volverte bisexual. Ser un flete más por una noche; y de allí conchudamente te preguntas ¿cuándo mierda perdí la conciencia?
No solo puedo decir que mi vida pasada esta marcada por tales estupideces como las que dije. Empiezo a recordar que el amor también se robo mi conciencia o lo que quedaba de esta. Cada chica que amé, cada nena que extrañé, cada una de ellas algo tiene de mi, un pedazo por más pequeño que sea, y no me lo quiere devolver, unas más que otras, otras menos que unas, unas otras más que algunas: pero no me la devuelvan por favor, quédensela, cuídenla, como no me pudieron-quizás-cuidar-de-mi.
La vida es una actuación el mundo es una obra de teatro, cada uno tiene su personaje, pero no sabe cuando mierda entrar y menos cuando cojones salir. Se satura el escenario, es de madera y se gasta, se apolilla y nosotros estamos arriba, nos cagamos ahora somos los malos de la película, todos viene a nosotros a darnos pena, a sentir lastima. Solo un gran actor entendería que los seres, actores, idiotas o como demonios se llamen son los que dan pena pues se acogen a una historia ya hecha donde yo marqué la pauta, yo hago el guión ustedes están en mis manos, yo soy el protagonista, es mi parte de la historia pero ustedes me dieron la mano viniendo a mi, pues los dejaré solos en escena: quiero ver como cierran, pero rápido que el escenario se puede caer. La vida se puede suspender. El telón se puede cerrar. El mundo se puede acabar. El publico se puede ir. Las luces se pueden apagar. El sonido puede fallar. La improvisación es allí la mejor aliada, pero discúlpenme ahora yo decidí volver a entrar, a malograr lo que ya estaban planeando sin mi. Regresé, aquí estoy. Me vuelvo a ir. Esta es mi marioneta. Esta es mi vida. Esta es mi conciencia. Salgo por la puerta lateral y actúo con el público, no les hago caso a ustedes que están arriba y la gente tampoco, hago mi propio final, la gente se pone de pie, me aplaude, me sonríe, se van. Ustedes siguen arriba tratando de terminar la historia que yo empecé. Ustedes llegaron, planearon un final, volví a entrar, me volví a ir, planean otro final mientras yo cerraba con el público, cuando ustedes terminan y ven a donde debería estar el publico solo estoy yo, me pongo de pie los aplaudo. Es el mejor show de comedia que he visto. Jamás vi tanta perfección en mi. No creí que lo hice tan bien que ustedes ni cuenta, pero vale recordar que el mundo es una actuación: yo sigo en mi papel, ustedes pierden el tiempo tratando de entender las cosas (quizás ese sea su papel), y no lo sé, yo gané, gocé, me hicieron reír. Aquí yo soy el rey. Yo mando. Es mi teatro búsquense el suyo. Las historias las pongo yo.
Mi conciencia se terminó por ir cuando acepte la realidad. Cuando acepte lo que hago sobre tablas. Cuando miré lo que hacía con los demás. Cuando. Cuando, en fin. Conciencia te extraño y te desteto también. Fuiste un estorbo necesario. Desde que no estas ya no conozco límites. El fin no existe y soy bueno para esto. No tengo fin ni principio. Encuentro cada día nuevos seres parecidos a mi: nos juntamos y nos seguimos el juego, no se quién ganará, es nuestra final, cada uno en su esquina, que suene la campana. Él premio una conciencia.

2 comentarios:

  1. suena bien porque da un cierto ritmo, pero el final es frio y directo, me gusta mucho gato.

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  2. Es cierto nuestra conciencia se mueve amenudo en el escenario teatral e nuestras vidas... me gusto mucho... y ese cuestinamiento psicologico esta planteado muy bien!

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